Chillón

CHILLÓN presenta un amplio periodo de aplicación, en post-emergencia, pudiendo emplearse en pulverización normal a partir de las tres hojas del cultivo hasta el final del ahijamiento de las malas hierbas, según el grado de infestación, el estado de desarrollo de las malas hierbas y las condiciones ambientales. Se aplicará mediante un aparato pulverizador de medio o gran volumen de capacidad, en perfecto estado de funcionamiento, con las boquillas bien calibradas. La adecuada cobertura y distribución del producto es importante para un óptimo control de las malas hierbas sensibles.

Para controlar Avena spp. debe aplicarse desde las tres hojas hasta el inicio del encañado (2º nudo). En el caso de Alopecurus myosuroides y Phalaris spp., la aplicación se realizará entre las tres hojas y el final del ahijado de estas malas hierbas. Para controlar Lolium spp, la aplicación se efectuará desde las 3 hojas, sin sobrepasar la mitad del ahijado.

Los mejores resultados se obtendrán aplicando el producto cuando las gramíneas sensibles estén en crecimiento activo, en condiciones de temperatura y humedad suficientes en el suelo.

Condiciones extremas (temperaturas muy bajas o muy altas, o sequía acusada), al aplicar o en los días siguientes, pueden reducir el nivel de eficacia del producto. Dado que CHILLÓN es un herbicida exclusivamente de post-emergencia, las gramíneas que nazcan después de la aplicación no serán controladas.

• Avena spp.: se recomienda aplicar 170 ml de producto por hectárea, siempre en mezcla con un mojante no iónico o con aceite a 1 L/ha (formulaciones autorizadas como aditivo para herbicidas). En los casos en que el nivel de infestación sea elevado, o el desarrollo de la Avena esté próximo al encañado, o las condiciones climatológicas no sean óptimas, la dosis se elevará a 200 ml por hectárea, con un mojante no iónico o con un aceite a 1 L/ha.
• Phalaris spp.: se recomienda aplicar 225 ml de producto por hectárea, en mezcla con un mojante no iónico o con aceite a 1 L/ha (formulaciones autorizadas como aditivo para herbicidas). En los casos en que el nivel de infestación sea elevado, el desarrollo del Phalaris esté próximo al final del ahijado, o las condiciones climatológicas no sean óptimas, la dosis se elevará a 300 ml por hectárea, con un mojante no iónico o aceite a 1 L/ha.
• Alopecurus myosuroides: se recomienda aplicar 200 ml de producto por hectárea, en mezcla con un mojante no iónico o con un aceite a 1 L/ha (formulaciones autorizadas como aditivo para herbicidas). En los casos en que el nivel de infestación sea elevado, el desarrollo del Alopecurus esté próximo al final del ahijado, o las condiciones climatológicas no sean óptimas, la dosis se elevará a 250 ml por hectárea, con un mojante no iónico o con un aceite a 1 l/ha. Si no se mezclan aditivos, la dosis será de 300 ml por hectárea.
• Lolium spp: se recomienda aplicar 300 ml de producto por hectárea, en mezcla aceite a 1 L/ha (formulaciones autorizadas como aditivo para herbicidas). En los casos en que el nivel de infestación sea elevado, el desarrollo del Lolium esté próximo a mitad del ahijado, o las condiciones climatológicas no sean óptimas, la dosis se elevará a 350 ml por hectárea con aceite a 1 L/ha.as (temperaturas muy bajas o muy altas, o sequía acusada), al aplicar o en los días siguientes, pueden reducir el nivel de eficacia del producto. Dado que CHILLÓN es un herbicida exclusivamente de post-emergencia, las gramíneas que nazcan después de la aplicación no serán controladas.