Ácaros

Los ácaros de las plantas son diminutos arácnidos que se alimentan de plantas, musgo, hojas, tallos, flores y frutos. Algunos, como la temida araña roja, son plagas que causan enormes daños a los cultivos, mientras que otros, como los fitoseidos, son agentes biocontroladores útiles que ayudan a controlar las plagas. Su gestión adecuada es crucial para mantener la salud de las plantas, por lo que elegir el insecticida o el agente de control de plagas adecuado puede ser determinante.

Cuáles son los principales síntomas que producen los ácaros en plantas

Al ser un grupo tan grande, con hábitos tan diferentes, es difícil determinar una sintomatología concreta, ya que esta varía según la especie y la gravedad de la infestación. Algunos de los principales síntomas que pueden indicar la presencia de ácaros en las plantas son la decoloración de las hojas con manchas claras, amarillentas o plateadas; el enrollamiento de las hojas; diversas malformaciones en los frutos; la sospechosa presencia de telarañas; o, sencillamente, el retraso en el crecimiento

Es importante destacar que estos síntomas no son exclusivos de los ácaros y pueden ser causados por otros factores, como enfermedades o deficiencias nutricionales. La observación cuidadosa de los síntomas y la identificación de los ácaros mediante una inspección detallada pueden ayudar a confirmar la presencia de la plaga y tomar las medidas contra ácaros más adecuadas.

Qué tratamientos para ácaros son más eficaces

Existen diferentes enfoques eficaces para tratar y controlar los ácaros en las plantas. Algunas opciones populares incluyen el uso de acaricidas químicos diseñados específicamente para matar ácaros mediante contacto o ingestión. Estos suelen contener diferentes acaricidas o, incluso, antifúngicos que combaten de forma secundaria o coadyuvante a los ácaros.

Otra opción es el control biológico, que implica introducir organismos beneficiosos que son depredadores naturales de los ácaros. Estos depredadores, como ácaros depredadores, insectos depredadores o nematodos, se alimentan de los ácaros y ayudan a mantener su población bajo control. Los aceites hortícolas, como el aceite de neem, también pueden ser efectivos para el control de ácaros. Estos aceites sofocan a los ácaros y pueden interferir con su desarrollo y reproducción.

Además, ciertas prácticas culturales pueden ayudar a prevenir y controlar los ácaros. Estas incluyen mantener una adecuada humedad del suelo mediante un riego adecuado, podar las plantas infestadas, y eliminar malezas y restos de plantas que podrían servir como refugio para los ácaros.

Ácaros: plagas agrícolas más comunes

Es importante tener en cuenta que la elección del tratamiento para ácaros más adecuado dependerá del tipo de ácaro, la planta afectada, las condiciones del cultivo y las regulaciones locales. Siempre es recomendable consultar a expertos en agricultura o profesionales del control de plagas para obtener recomendaciones específicas y aplicar los insecticidas para ácaros en plantas de manera segura y eficaz. En Probelte te ofrecemos diferentes soluciones que te ayudarán a mantener tu cultivo bajo control.

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