Los hongos son un grupo amplio de seres vivos con ciclos de vida y características fascinantes. Dentro de ellos podemos encontrar desde el ser vivo más grande del mundo (un ejemplar de Armillaria ostoyae que se encuentra en el Bosque Nacional de Malheur, en Oregón, y que ocupa una superficie de casi 900 hectáreas) hasta de los más pequeños, compuestos de una única célula, como en el caso de las levaduras.
Dentro de los ecosistemas, los hongos juegan un papel crucial, ya que la gran mayoría de ellos se dedica a descomponer la materia orgánica muerta y algunos de ellos nos ayudan incluso en la producción de alimentos como la cerveza o el pan.
Sin embargo, existe un grupo de especies que atacan a plantas o animales, causándoles enfermedades y siendo considerados patógenos, por tanto. Algunas especies son tan destructivas que pueden arrasar hectáreas de cosecha en poco tiempo. Afortunadamente, en la actualidad existe una serie de productos que ayudan combatirlos y Probelte fabrica una amplia gama de ellos.
¿Qué tipos de fungicidas existen?
Probelte posee una amplia variedad de fungicidas, cada uno adaptado para una serie de cultivos y contra una serie de patógenos. Los hay preventivos, que como su nombre indica, ayudan a prevenir la aparición de la enfermedad. Los hay sistémicos, que actúan siendo absorbidos por las plantas y, por tanto, tienen un efecto interno. También hay de aplicación foliar, específicos, y de amplio espectro. Estos últimos actúan contra varias enfermedades.
Muchos de ellos están formulados a partir de sustancias químicas no aptas para el cultivo orgánico. Sin embargo, Probelte también ha diseñado algunos que cubren esta modalidad de cultivo y que, por tanto, se pueden usar sin problema en estas plantaciones.
La gama de Probelte
A la hora de elegir un fungicida hay que tener la precaución de ver el tipo de cultivo al que están orientados, la dosis de aplicación y el formato que más conviene. En los distribuidores de Probelte podrás encontrar:
Belprón: fungicida con amplio campo de acción, preventivo y de contacto, indicado para el control de numerosas enfermedades como mildiu, alternaria, moteado y roya. Se presenta en 4 variedades con distintos principios activos, algunos de los cuales son acaricidas también.
Beltanol: fungicida bactericida orientado al control de enfermedades que afectan al sistema vascular en solanáceas.
Beltared: es un abono cúprico que también actúa frente a los hongos.
Beltasur: son fungicidas cúpricos micronizados, que actúan de forma preventiva. Los encontraremos en 4 variedades, cada una de ellas adaptada a distintos tipos de cultivo.
Cimoxprón M: es un fungicida que actúa en profundidad y en superficie, y que se caracteriza por su control preventivo y acción erradicante (esta última durante los primeros 3 días después del contagio).
Cubelte: otro tipo de fungicida basado en cobre, orientado a la prevención de distintas enfermedades fúngicas.
Fósbel: viene en 3 formatos distintos, todos ellos basados en la acción del Fosetil-Al. Son de acción sistémica.
Fulminal 12: fungicida sistémico de aplicación foliar con acción preventiva y curativa. Se basa en la acción del miclobutanil.
Kárbel: se basa en dicarboximida con actividad fungicida preventiva y curativa por contacto. Tiene un formato de gránulos dispersables en agua para aplicación foliar o en el riego.
Léxor 25: fungicida preventivo y curativo de amplio espectro. Contiene difenoconazol.
Olicobre 70 SC: fungicida para aplicación foliar con un elevado contenido en cobre asimilable para las plantas.
Rumble: fungicida de amplio espectro, de contacto, con marcada acción de penetración, lo que ayuda a combatir hongos endoparásitos.
Sulfaprón L: fungicida-acaricida recomendado contra el oídio, de acción preventiva y curativa. Actúa como macronutriente también.