Los productos fitosanitarios contribuyen a la lucha contra las plagas, roedores, los hongos y las bacterias en el sector agrícola, de tal forma que permiten garantizar una producción eficiente, constante y elevada durante periodos prolongados de tiempo. Asegurar tanto la calidad de los cultivos, como la salud de los consumidores, son los principales beneficios del uso de fitosanitarios. Todo ello, rebajando el coste de producción y de comercialización de los alimentos procedentes de los cultivos. En este artículo explicaremos cuáles son los distintos tipos de tipos de productos y formulados fitosanitarios, con el fin de conocerlos en mayor detalle.
¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES PRODUCTOS FITOSANITARIOS?
Los productos fitosanitarios pueden categorizarse de acuerdo con distintos criterios, aunque uno de los más comunes es el que tiene en cuenta el agente nocivo sobre el que actúan.
HERBICIDAS.
Este tipo de fitosanitarios se encarga de eliminar aquella vegetación o malas hierbas (vegetación adventicia) que compite por los mismos nutrientes y agua que las plantas que se están cultivando en un terreno. Pueden ser de presiembra, de preemergencia y de postemergencia, en función del momento en el que se apliquen, y la forma de introducirlo suele ser con medios mecánicos. En el mercado se comercializan herbicidas tanto selectivos como totales.
Los herbicidas que se utilizan contra la vegetación adventicia o malas hierbas pueden ser herbicidas de contacto, que actúan solo sobre la parte específica de la planta sobre la que se aplican, o herbicidas residuales. Estos últimos se aplican en la superficie sobre la que se asientan los cultivos y su acción es a medio o largo plazo, puesto que dan lugar a la formación de una película protectora capaz de acabar con la mala hierba cuando entra en contacto con ella. Por último, los fitosanitarios del tipo herbicida sistémico se distribuyen por sí mismos dentro de la savia de la planta, lo que permite que su acción se distribuya de manera efectiva por toda ella.
INSECTICIDAS.
En función de la fase de desarrollo de los insectos hacia los que se dirigen, estos productos fitosanitarios se denominan ovicidas (etapa de huevo), larvicidas (etapa de larva) o adulticidas (etapa adulta). Se dirigen hacia insectos de muy diverso tipo, como gusanos, pulgones, escarabajos, moscas, etc.
ACARICIDAS.
Son de máxima utilidad para combatir a una gran variedad de ácaros. Se comercializan con especificaciones como ovicidas, larvicidas o adulticidas, al igual que los insecticidas. Algunos ácaros contra los que se emplean son el ácaro rojo o ácaro de la cosecha y el ácaro eriófido, conocido de manera común como ‘ácaro de las maravillas’.
BACTERICIDAS.
Estos productos fitosanitarios eliminan a las bacterias que provocan las enfermedades en los cultivos. Además, son útiles para controlar las enfermedades que se encuentren presentes en el suelo del cultivo y mejoran el rendimiento de las plantaciones.
De acuerdo con la ENCUESTA DE COMERCIALIZACIÓN DE PRODUCTOS FITOSANITARIOS que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, son, junto a los fungicidas, las sustancias activas fitosanitarias que más se comercializan en España. Algunas de las bacterias más comunes que combaten son la Bacillus subtilis, la Xanthomonas campestris o la Erwinia, que se encuentra dentro de la familia Enterobacteriaceae.
FUNGICIDAS.
Son productos fitosanitarios cuyo objetivo es eliminar los hongos que perjudican a los cultivos. Algunos de los que cuentan con más presencia en los campos son el Oidio, al que suele llamarse cenicilla o blanquilla, el conjunto de enfermedades de las plantas al que se denomina MILDIU, y el Fusarium.
Es posible distinguir entre varios tipos de fungicidas de carácter preventivo; azufre, compuestos cúpricos, ditiocarbamatos, benzimidazoles (benomilo y metiltiofanato), dicarboximidas (sulfenimidas), derivados triazólicos, derivados de la pirimidina y carboximidas.
OTROS.
Los nematicidas actúan frente a los nematodos y, en algunos casos, contra insectos y otras enfermedades y plagas, mientras que los rodenticidas se emplean para controlar las poblaciones de roedores que dañan a los cultivos, como topos, ratas, ratones y conejos. Los molusquicidas evitan la acción de babosas, caracoles y otros moluscos gasterópodos.
A todos ellos hay que sumar los desinfectantes de suelos, que una vez aplicados se volatilizan. Son útiles para paliar las consecuencias negativas de la ‘fatiga de suelos’ e higienizan el suelo de numerosos tipos de agentes que dan lugar a malas hierbas, enfermedades y plagas. Otros dos tipos de formulados fitosanitarios son los repelentes y los atrayentes. Los primeros distancian aquellos organismos que puedan perjudicar a los cultivos, mientras que los segundos atraen hacia un cebo a insectos que resultan dañinos.
ACCIÓN DE CHOQUE Y ACCIÓN RESIDUAL
Los insecticidas, aunque también otros productos fitosanitarios, pueden actuar de dos formas una vez que se aplican sobre los cultivos. Si ejercen su función a partir del mismo momento en el que son aplicados, y tienen efectos inmediatos aunque no muy persistentes a lo largo del tiempo, se afirma que son fitosanitarios de choque. Si son productos cuya efectividad es a largo plazo, pero con una duración mucho mayor, son conocidos como fitosanitarios de acción residual.
PRODUCTOS FITOSANITARIOS NO AGRÍCOLAS
Hablar de fitosanitarios no equivale solamente a hablar de productos destinados a su uso en cultivos agrícolas. La Reglamentación Técnico-Sanitaria habla también de fitosanitarios de uso ganadero, que son los que se utilizan en las explotaciones de animales; fitosanitarios alimentarios, que se usan en el tratamiento de productos que tengan un origen animal, así como en la maquinaria, instalaciones y envases que se usan para almacenarlos; fitosanitarios para la higiene personal y fitosanitarios para uso doméstico.
DIFERENCIA ENTRE FITOSANITARIOS Y PLAGUICIDAS
A la hora de definir QUÉ SON LOS PRODUCTOS FITOSANITARIOS Y PARA QUÉ SE UTILIZAN es importante distinguirlos de algunos biocidas, una denominación que hace referencia a sustancias vegetales, ya sean químicas, biológicas o físicas. PROBELTE comercializa DIFERENTES TIPOS DE PRODUCTOS FITOSANITARIOS fabricados bajo los máximos estándares de calidad. Insecticidas y nutrientes biotecnológicos, correctores y nutrientes, acaricidas, fungicidas, azufres o herbicidas, entre otros, contribuyen a preservar la producción frente a la acción de agentes externos como bacterias, hongos y animales, y a garantizar el correcto almacenaje, distribución y transporte de productos agrícolas.