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Lobesia botrana, la polilla de la uva: medidas preventivas y control de esta plaga

junio 4, 2020

La polilla de la uva o, como la conocen los entomólogos, Lobesia botrana, es un pequeño insecto emparentado con las mariposas (orden lepidoptera), cuyas larvas se desarrollan atacando los racimos de uva de las plantaciones vitícolas europeas. Las heridas abiertas en el fruto por estas orugas tienden a infectarse con facilidad debido a la entrada de patógenos secundarios como hongos y bacterias, lo que produce diferentes tipos de podredumbres que echan a perder la cosecha de racimos.

En este artículo vamos a analizar el ciclo de vida de este insecto, los métodos de prevención y los productos legalmente aprobados para su erradicación, para que el agricultor pueda estar alerta ante los primeros síntomas de la aparición de esta molesta plaga.

Identificación y ciclo de vida de Lobesia botrana

A veces es difícil encontrar los adultos de Lobesia botrana, ya que son polillas que miden poco más de un centímetro y poseen coloración críptica, conformada por un fondo gris verdoso con manchas irregulares de color marrón. Además, su esperanza de vida no suele superar los 10 días, los cuales dedican principalmente a aparearse y poner los huevos.

El ciclo de vida comienza aproximadamente en abril, cuando las crisálidas que se encontraban en estado de quiescencia por el frío del invierno se abren. Emergen entonces los adultos, los cuales se aparearán y desovarán sobre los botones florales de los futuros racimos. Los huevos tienen una forma geométrica redonda y plana, con colores que van desde el amarillo al gris, según el grado de maduración.

Pasados unos días los huevos eclosionan, siendo dependiente la velocidad de incubación de la temperatura ambiental. Surgen entonces unas pequeñas larvas de un milímetro de color verdoso, con la cabeza marrón, que irán alimentándose de las estructuras florales y uniéndolas con las sedas que producen, que conocemos como primera generación.

Las larvas irán creciendo progresivamente y pasarán por 5 estadíos larvarios, hasta que llegue el momento en que formarán una crisálida, a los 20 o 30 días de haber nacido.

Los adultos de la primera generación pondrán los huevos directamente sobre los frutos, que podrán estar todavía verdes o en proceso de maduración. De su eclosión nacerá la segunda generación, que se alimentará directamente de las uvas practicando agujeros en el fruto. Los daños se agravan con la entrada en estas heridas de los patógenos secundarios, los cuales suelen producir un deterioro notable de la cosecha debido a la aparición de pudriciones fúngicas y ácidas.

La tercera generación actúa igual que la segunda, destruyendo los frutos en proceso de maduración.

En algunas zonas especialmente cálidas (como Murcia o Almería) se puede producir una cuarta generación, aunque esto depende de las condiciones climáticas que se den durante el año.

Cabe destacar que los daños provocados por las larvas de la primera generación suelen ser pequeños comparados con los de la segunda y la tercera, por lo que muchas veces se recomienda no tratar la uva durante el periodo activo de la primera generación.

Combate y prevención de Lobesia botrana

Existen diversas maneras de combatir las plagas de la polilla europea de la uva, algunas de las cuales son compatibles con los modelos de cultivo más ecológicos y de bajo impacto ambiental. Los métodos más comunes empleados para disminuir la población de Lobesia botrana son:

·       Monitorización con el uso de trampas basadas en feromonas, que ayudan a proporcionar una idea aproximada de la extensión de la plaga mediante la captura de machos adultos.

·       Uso de técnicas de confusión sexual, que también echa mano de las feromonas para confundir a los adultos y disminuir el número de puestas.

·       Liberación de machos infértiles, con el mismo objetivo que el método anterior. Ambos son compatibles con modelos ecológicos de producción.

·       Aplicación de productos basados en la bacteria B. thuringiensis, como Belthirul de Probelte, que son muy efectivos contra las larvas que ingieren la toxina al alimentarse de las uvas en desarrollo.

·       Otros productos químicos legalmente aprobados para el tratamiento de Lobesia botrana.

El número de tratamientos dependerá de la gravedad de la plaga siempre, estimada mediante el trampeo y la observación rigurosa de los parrales durante la época crítica del año.

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