La agricultura circular: El futuro de la agricultura

La agricultura circular busca cerrar el ciclo de vida de los productos, los servicios, los residuos, el agua y la energía con el fin de buscar un mejor aprovechamiento y una reducción del impacto ecológico.

La economía circular es un concepto económico dentro del marco del desarrollo sostenible y cuyo objetivo es la producción de bienes y servicios al tiempo que reduce el consumo y el desperdicio de materias primas, agua y fuentes de energía. ¿Cómo se implementa esto en el mundo agrícola?

Agricultura circular

El reciclaje y la reutilización son algunas de las herramientas que conducirán a la agricultura a alcanzar la circularidad bien con el aprovechamiento de residuos orgánicos o reciclando plásticos y envases. Al fin y al cabo, en el sector agrícola se recicla cada vez mayor volumen de residuos orgánicos de todo tipo en forma de compost.

Otro aspecto importante es la reutilización del agua. Este recurso mayoritariamente se emplea en nuestro país para el riego agrícola, superando el 60% del total, seguido por usos recreativos y usos municipales y, de manera más minoritaria, para usos industriales.

Unido al empleo de otras fuentes de agua, como por ejemplo la recarga de acuíferos, los humedales o la obtenida en la mejora de los caudales ecológicos de los ríos, la reutilización de este recurso puede ser un aspecto fundamental en el proceso de implantación de la agricultura circular.

Una cuestión nada baladí está en el reciclado de envases de fitosanitarios y fertilizantes. Estos suponen una cantidad ingente de producto y resto que no puede ser ninguneado. Los agricultores están cada vez más concienciados con la protección del medio ambiente en al ámbito agrario. De todos los envases recogidos durante el pasado año, se han valorizado el 100% de los residuos, reciclándose el 96,2% fundamentalmente de plástico rígido y usándose para la producción energética el restante 3,8%.

Energías limpias, aliado perfecto para la agricultura circular

A partir de este 2020 el 20 % de la energía consumida en la UE debe ser de origen renovable. En el sector agrícola esto implica adaptar las fuentes de energía. Por eso, muchas explotaciones ven el riego solar fotovoltaico como un potente aliado para la agricultura de regadío.

Este tipo de riego se basa en el aprovechamiento de un recurso ilimitado, la radiación solar, para generar energía que será utilizada para alimentar los sistemas de bombeo y eléctricos de la instalación de riego de la explotación. La energía eólica también es otro gran aliado de la agricultura circular.

Esto no solo se debe a que es una buena fuente limpia de energía, sino que la implementación de un parque eólico puede ser una buena alternativa para muchos agricultores que pueden emplazar en sus campos algunos de estos, aprovechando el espacio para obtener un ingreso extra.

Además de estas dos, existen un sinfín de fuentes renovables de energía acoplables al sistema agrario. Probablemente la más conocida sea el biodiesel, que puede obtenerse como fruto de los desperdicios agrícolas. En definitiva, esta materia es un campo en desarrollo y una perfecta aliada para un futuro agrícola en desarrollo.

 src=