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Herbicidas de otoño-invierno para olivar

noviembre 12, 2020

Con la llegada del otoño, junto a las plagas de esta época, llegan también las malas hierbas que aprovechan la bajada de temperaturas y el aumento de humedad. Es el momento de preparar el campo para las nuevas cosechas otoñales, como el olivo. Y, para ello, habrá que prepararse también contra las plantas parásitas.

Prepararnos contra las malas hierbas

La estrategia para controlar las malas hierbas en el cultivo del olivar es fundamental para evitar problemas que afecten a la producción. Lo primero a tener en cuenta son parámetros como la climatología, la textura del suelo o la humedad. También es imprescindible conocer las malas hierbas a las que nos enfrentamos.

En términos generales, podemos identificar dos tipos de malas hierbas: las vivaces y las anuales. Las primeras son plantas plurianuales que se reproducen de forma vegetativa a través de órganos de reserva como raíces, estolones, rizomas, bulbos o tubérculos. Las segundas aparecen tras la llegada de la semilla, cosa que ocurre cíclicamente y de forma anual.

Teniendo esto en cuenta, debemos seleccionar los productos adecuados, herbicidas, para poder tratar el terreno de forma adecuada. Es importante saber que la utilización de diversos componentes activos es muy necesaria por una cuestión de adaptación. Con el uso continuado de estos productos iremos seleccionando, sin querer, las plantas resistentes a los mismos. Por eso es imprescindible utilizar diversos tratamientos.

¿Qué tratamiento hay que emplear en el olivar, en otoño, para evitar las malas hierbas?

Antes de seleccionar un producto, las malas hierbas han de controlarse de forma manual, revisando su existencia y retirando en la medida de lo posible, a mano o con una extractora o roturadora. Una vez hecho esto, o con la plantación ya en el terreno, no podremos sino tratar el suelo.

El tipo de tratamiento a emplear en el olivar, en otoño, varía según su uso. Así, un herbicida preemergente evita la nascencia de las malas hierbas. Estos reducen la proporción de plantas desde el inicio del tratamiento. Los herbicidas postemergentes se aplican directamente sobre ellas, una vez que han salido, y sirven como tratamiento directo. También existen los herbicidas mixtos, que permanecen de manera residual en el suelo y/o actúan sobre las malas hierbas.

Como decíamos, es imprescindible alternar entre principios activos para evitar seleccionar plantas resistentes, en la medida de lo posible. Por eso, una buena manera de hacerlo es alternar entre tratamientos herbicidas específicos, selectivos, y otros generales. En cualquier caso, y en general, la única manera de tratar las malas hierbas es mediante agentes químicos. ¿Cuáles son los más efectivos?

Los mejores herbicidas para tratar el olivar, en otoño

Deshacerse de las malas hierbas es importante por dos razones: la primera es que, al ser también plantas, son portadoras potenciales de enfermedades y plagas que se pueden transmitir por cercanía a nuestros cultivos. La segunda, y no por ello menos importante, es que absorben y utilizan casi los mismos nutrientes y agua que las plantas que cuidamos, teniendo además a estar adaptadas al entorno y tener una capacidad de propagación muy superior a la deseada.

¿Qué herramientas podemos usar para hacerlo? Entre los herbicidas preemergencia más interesantes podemos encontrar: Glóster, un herbicida especialmente diseñado para mantener a raya las malas hierbas anuales que crecen alrededor del olivar. Hérbel, un herbicida selectivo y residual, que se utiliza para el control de malas hierbas precoces. Y Protibel, un herbicida selectivo que se utiliza para el control de plantas anuales.

Y entre los herbicidas posemergencia, especialmente diseñados como choque, cuando aparece la planta, podemos destacar: Fluazibel, diseñado para el control de gramíneas vivaces que se encuentran en crecimiento activo; Gérent utilizado específicamente para eliminar las malas hierbas dicotiledóneas de hoja ancha, ya que posee absorción foliar; Belure T, un herbicida selectivo sistémico, diseñado para eliminar las dicotiledóneas; Herbicida C Plus, un concentrado soluble, con actividad selectiva. Se utiliza para controlar las malas hierbas de hoja ancha; Prócer M 40, que es un concentrado soluble de sal potásica, que se utiliza para el control de dicotiledóneas anuales y algunas perennes. Y, Tomcato, que tiene efecto no residual y no selectivo. Posee buen índice de translocación, alta actividad y amplio campo de acción. Está especialmente diseñado para ser utilizado en aplicaciones de bajo volumen, en las tareas de eliminación de las malas hierbas anuales y perennes una vez que estas han germinado.

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