Fungicidas orgánicos: ¿Qué beneficios tienen para mis cultivos?

Los fungicidas son un grupo de sustancias cuyas características y particularidades hemos comentado de manera más extensa en otras entradas anteriores, pero que a modo de compendio y como breve resumen podemos decir que son un grupo de sustancias cuya naturaleza química puede ser muy heterogénea, pero cuya finalidad es siempre la misma: acabar con los hongos.

Ya sabemos también que no todos los hongos son entes malvados que quieren acabar con nuestras cosechas, sino que una gran mayoría desempeña la importante e infravalorada tarea de descomponer la materia orgánica con el fin de nutrirse, lo cual tiene como efecto secundario la disgregación de las moléculas orgánicas grandes en otras mucho más pequeñas. Finalmente, estas sustancias de reducido tamaño pueden ser empleadas por la fauna microscópica del suelo para transformarse en materia inorgánica, que posee el tamaño y las características adecuadas para que puedan ser asimiladas por las plantas como nutrientes indispensables. Por tanto, y como breve resumen, sin los hongos no se renovarían los nutrientes del suelo o lo harían a una velocidad infinitamente inferior.

Sin embargo, existe un variopinto grupo de seres fúngicos cuyo modo de vida consiste en aprovecharse de los nutrientes de otro ser vivo, pudiendo ser este último una o varias de nuestras preciadas plantas. Eliminarlos puede tener truco, ya que muchos penetran profundamente en el tejido vegetal y el acceso de los fungicidas a esas zonas es complicado.

Los fungicidas que se utilizan para paliar o evitar la enfermedad antes de que se produzca pueden clasificarse atendiendo a numerosas características, como por ejemplo la naturaleza química del producto, el método de aplicación o el momento adecuado para ser suministrados. Dentro de ellos existen dos tipos de los que hoy queremos hablar, que son los fungicidas orgánicos y los fungicidas ecológicos; cuya información puede ser interesante para todos aquellos aficionados a practicar este método de agricultura respetuoso con el medio ambiente.

¿Qué son los fungicidas orgánicos o ecológicos y qué aportan a mis cultivos?

Para empezar, los fungicidas orgánicos son una serie de sustancias con propiedades antifúngicas y de naturaleza orgánica. Para saber qué significa esto último, debemos tener unas pequeñas nociones químicas muy básicas, pero lo resumiremos de la siguiente manera: las moléculas orgánicas son todas aquellas en las que el carbono juega un papel crucial en su composición, siendo la mayoría de veces el principal elemento. Muchas tienen su origen en un ser vivo, aunque actualmente el ser humano tiene la capacidad de sintetizar algunas de ellas en el laboratorio.

Existen pocos fungicidas orgánicos en el mercado, aunque cada vez se están investigando más las sustancias producidas de forma natural por plantas, hongos y bacterias que poseen potentes propiedades antifúngicas.

Los fungicidas orgánicos, sin embargo, no deben ser confundidos con los fungicidas ecológicos, que son simplemente aquellos cuyo uso ha sido aprobado para su aplicación en el cultivo de tipo ecológico. Este tipo de cultivos tiene como una de sus principales premisas el evitar el uso de sustancias químicas de síntesis, ya que abogan por un tipo de agricultura más natural con el fin de intentar evitar las sustancias más perniciosas para el medio ambiente y la fauna local.

Para que un fungicida pueda ser aprobado para su uso en ecológico debe pasar una serie de inspecciones y ser certificado para ello. De lo contrario, su uso en nuestro cultivo podría acarrear que este perdiera el correspondiente título.

Los fungicidas ecológicos tradicionales suelen estar basados en el cobre, en el azufre, o en extractos de plantas o microorganismos con propiedades antifúngicas.

¿Qué productos tiene Probelte que se ajusten a estas características?

Probelte posee una variada gama de productos aptos para la agricultura ecológica entre los que podemos encontrar los siguientes.

Belprón 98,5 y Belprón Especial Fluido 80: son fungicidas y acaricidas basados en el azufre micronizado, especialmente diseñados para su aplicación en zonas con vegetación muy densa y que no disponen de agua.

Beltasur 500: un fungicida en cuya composición encontramos cobre micronizado. Se utiliza de forma preventiva para evitar la aparición de los hongos antes de las épocas de más susceptibilidad.

Cubelte: un producto que contiene oxicloruro de cobre y que es muy eficaz a la hora de controlar diversas enfermedades de origen fúngico.

Sulfaprón L: un fungicida que también tiene efecto acaricida especialmente desarrollado para combatir el oídio. Tiene acción tanto preventiva como curativa.

Para elegir el compuesto que más se adapte a nuestras necesidades se debe consultar la ficha del mismo, donde se especifican tanto cultivos aprobados, como dosis o mejor forma o época de aplicación. Para ampliar esta información podemos ir al apartado de fungicidas de Probelte, donde encontraremos una explicación más completa de cada uno de ellos.

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