El uso de microorganismos seleccionados como alternativas en el cultivo de los cítricos

A medida que se conoce mejor el funcionamiento de los suelos, los microorganismos toman protagonismo en el cultivo. Desde hace algunas décadas, el concepto de microbioma, que es el conjunto de microorganismos y las relaciones que forman parte intrínseca de los suelos, está abriendo puertas a una mejora sustancial en la salud y fertilidad de las plantas que cultivamos. Los cítricos, que se cuentan entre los frutales de mayor interés, son un buen ejemplo de ello.

Del microbioma a los biofertilizantes

Aunque a simple vista el suelo puede parecer una amalgama de tierra y poco más, lo cierto es que el conjunto de seres vivos que lo habita es complejísimo. Además, es esencial para la salud de las plantas que crecerán sobre él. Dicho conjunto se conoce como microbiota, y, junto a las relaciones biológicas que conllevan, se denomina microbioma a ese paisaje invisible que determina cómo crecerán los cítricos.

Este paisaje está constituido por todo tipo de organismos microscópicos: bacterias, hongos, algas, protozoos y mucho más. Estos afectan directamente a la composición en nutrientes, a las características fisicoquímicas de los suelos, a la capacidad de crecimiento de las raíces, al estímulo en el resto de la planta…

Entre otras cosas:

  • Regulan el procesado de la materia orgánica del suelo, secuestran carbono y gases de efecto invernadero
  • Proporcionan un microambiente en el cual se establecen diferentes interacciones microbianas que pueden afectar positivamente al crecimiento vegetal
  • Participan en el ciclo de los nutrientes, ayudando a su asimilación

Esta última propiedad es la que brinda la oportunidad de utilizarlos como biofertilizantes.

Un biofertilizante, al contrario de los fertilizantes convencionales, aprovecha la capacidad de los microorganismos para proporcionar nutrientes a la planta, fijando nitrógeno o movilizando sales necesarias para la nutrición vegetal.

  • Sustituyen la necesidad de emplear abonos convencionales
  • Reducen la contaminación de suelos y acuíferos
  • Proporcionan una nutrición regulada a medida, adaptativa
  • Son ecológicos y de precisión. No tienen impacto negativo en el medio ambiente

Productos como Bulhnova utilizan microorganismos especialmente seleccionados y preparados para proporcionar en limón, naranja, pomelo y otros cítricos estos beneficios. Esta solución es aplicable a todos los frutales y otros cultivos, pero la experiencia de campo ha dado especialmente buenos resultados con los cítricos.

Bioestimulantes para los cítricos

Además de su capacidad como biofertilizantes, la microbiota del suelo tiene un rol importante como bioestimulante de las plantas. Estos microorganismos estimulan la producción de fitohormonas que incrementan el crecimiento, la salud y las defensas de la planta.

Esto se traduce en cultivos más productivos y resistentes, lo que quiere decir mejores cosechas, en cantidad y calidad. Un ejemplo de esta función bioestimulante la vemos en los microorganismos PGPR que contiene Bulhnova, que además de ayudar a la nutrición, también estimula su crecimiento.

Estos organismos:

  • Ayudan a modular la absorción y asimilación del nitrógeno
  • Regulan las enzimas implicadas
  • Actúan en la ruta de absorción de nitrógeno por las raíces
  • Incrementan la biomasa microbiana

La solución integral pasa por el suelo

En su conjunto, los microorganismos para la agricultura de los cítricos ofrecen una solución integral con un sinfín de beneficios, comenzando por la mejora de los suelos y la salud de la planta:

  • Mejora la productividad de la planta
  • Incrementa la captación de nutrientes
  • Estimulan el crecimiento y la defensa de la planta
  • Disminuyen el impacto del estrés biótico y abiótico
  • Son ecológicos
  • Proporcionan cultivos más rentables y sostenibles
  • Ayudan a evitar la degradación y erosión del suelo

Los microorganismos como alternativas en el cultivo de los cítricos se convierten en una opción esencial a la hora de optar por soluciones integrales. Soluciones que mejoren la salud de los cultivos y, en su objetivo final, la de las personas. Una salud que comienza por el suelo.