El cereal se enfrenta en ocasiones a una competencia especialmente fuerte en el norte de la península. El bromo, una planta anual que comienza a destacar entre las plagas de malas hierbas, es capaz de estropear todo un cultivo de avena o trigo. ¿En qué consiste esta plaga y cómo la combatimos?
¿Qué es el bromo y qué síntomas presentan las plantas?
Se conocen como bromo a un montón de hierbas del género Bromus, gramíneas? que incluyen unas 100 especies anuales o perennes, distribuidas en regiones templadas de todo el mundo. El término describe de forma general a una serie de plantas con hojas con vaina cerrada, lígula membranosa y láminas planas o plegadas. Aunque su interés como forrajeras las hace valiosas para la ganadería, en el caso de la agricultura pueden ser un auténtico peligro.
Bromus sterilis, la cebada bravía, y Bromus diandrus, también conocida como “rompebarrigas” en algunos sitios, son las principales poaceas que afectan a los cultivos de cereal. Ambas aparecen comúnmente en los campos ya que son bastante cosmopolitas en los ambientes templados y forman parte de los primeros estadios de la transición ecológica de cualquier campo.
Estas especies provocan una competencia directa con el cultivo, reteniendo los nutrientes destinados a este, ocupando espacio y liberando en el suelo una serie de sustancias de control que limitan el buen crecimiento de las plantas de interés. En las primeras etapas, solo podremos detectar el bromo identificando su porte. Más adelante, su presencia se hará notar con parches de bajo crecimiento y una cantidad significativamente menor de producción.
¿Cómo controlar el Bromo de las plantas?
Es relativamente difícil identificar el bromo entre el cultivo, especialmente en las primeras etapas, con la intención de controlarlo. En su estadio más joven, son difícilmente identificables a simple vista. Estas plantas tienen un porte más liviano, un verde poco intenso y, al fijarnos, ciertas tonalidades purpúreas o rojizas. Su tallo muestra una prefoliación (el desarrollo primero de las hojas) enrollada, y no cilíndrica como en el resto de cereales de interés, con los márgenes soldados.
A medida que se desarrollan, podremos observar que la panícula es mucho más fina en el bromo que en el cultivo. Tras un par de semanas será más sencillo observar su aparición entre las plantas de cereal, o formando parches en el suelo.
Hay que prestar especial atención en suelos bien drenados, pobres en nutrientes y de naturaleza calcárea, los cuales crean unas condiciones edafológicas especialmente atractivas para estas especies. En definitiva, solo podremos controlar la aparición del bromo mediante una observación concienzuda del cultivo, especialmente en las primeras etapas, las más difíciles.
Tratamientos para eliminar el Bromo
Por desgracia, una vez que aparece en un cultivo, tendremos que recurrir a herbicidas para controlar su expansión. Estas medidas pueden suponer un problema en cultivos como el de cebada, ya que no son selectivas y pueden provocar la pérdida de gran parte del mismo.
Así, productos como Belure T están destinado a controlar malas hierbas en post-emergencias tempranas de cultivos de avena, cebada, centeno, trigo, triticale, aplicándolos a partir del estadio de cultivo de tres hojas desplegadas y hasta que la hoja esté completamente desenrollada, con la lígula recién visible.
De la misma manera, el Bromoxinil 24 EC también está pensado para administrar en post-emergencia precoz, antes de que el cereal cubra las adventicias, en los estadios más tempranos. En cualquier caso, es más efectiva una prevención adecuada y un tratamiento del suelo que nos ayude a combatir el bromo desde antes de su aparición.
Prevención del Bromo en cultivos de cereales
Entre la prevención de las enfermedades de los cereales contamos con medidas de prevención que nos servirán no solo para combatir los síntomas del bromo, sino también muchos otros. No obstante, centrándonos en evitar tener que llegar a los tratamientos para combatir el bromo, las medidas más eficaces pasan por el laboreo, la limpieza en el sembrado, una falsa siembra y la rotación de cultivos, entre otros.
Es imprescindible mantener limpios los bordes de los campos para evitar que las semillas se esparzan en su interior. Como decíamos, la rotación de cultivos y la inclusión del barbecho, y/o los cultivos de verano, le proporciona tiempo al bromo a nacer sin cultivo, pudiendo tratarlo directamente y eliminarlo.
De la misma manera, laborear el campo en verano o usar una falsa siembra provocará el nacimiento de estas plantas que podremos eliminar más fácilmente. El laboreo de volteo también puede ser de utilidad, ya que desplaza la semilla del bromo a más profundidad, evitando su germinación.
Como complemento a unas buenas prácticas de control, podemos usar herbicidas que nos ayuden a evitar el crecimiento de estas gramíneas antes de proceder a la siembra del campo. Dependiendo del cultivo, el momento y el suelo podemos emplear diversos productos. Otra ayuda complementaria al control del campo es utilizar un buen sistema de nutrición, con productos adecuados, que ayudarán al cultivo mientras que debilitarán a esta mala hierba acostumbrada a suelos más pobres.