El 27 de marzo de este año fue aprobado el nuevo reglamento europeo sobre fertilizantes en el Parlamento Europeo, por amplia mayoría, el cual pretende aunar toda la materia legislativa referente tanto a producción como a estándares de calidad en lo que a fertilizantes y productos similares se refiere; mejorando al reglamento (CE) nº 2003/2003 que es el que se encargaba de dicha materia con anterioridad.
Esta necesidad surge a raíz de la libertad legislativa existente previamente en cada país miembro de la Unión Europea, la cual hacía que cada uno de ellos regulara dichos productos según sus propios y particulares criterios, con la consiguiente dificultad que conlleva por parte de los fabricantes de este tipo de productos agroquímicos el hacer llegar su producto más allá de las fronteras de su propio país.
¿Qué cambios y novedades trae el nuevo reglamento?
El nuevo reglamento sobre fertilizantes trae interesantes novedades y mejoras con respecto al anterior, entre las que podemos destacar la regulación de una serie de productos cuya producción no para de aumentar año tras año y a los que los agricultores están prestando cada vez más atención: los bioestimulantes.
Por primera vez se recoge la definición exacta de estos productos de la siguiente manera: “Los bioestimulantes son ciertas sustancias, mezclas y microorganismos, referidos como bioestimulantes vegetales, que no contienen nutrientes sino que estimulan los procesos naturales de nutrición de las plantas. Dichos productos tienen como objetivo mejorar la eficiencia de uso de los nutrientes, la tolerancia al estrés abiótico, mejorar rasgos del cultivo o incrementar la disponibilidad de los nutrientes presentes en el suelo o la rizosfera”.
El nuevo reglamento permite que todos los productos que se engloban dentro de ella (fertilizantes, bioestimulantes, etc.), y que están relacionados de alguna manera con la nutrición vegetal, sean evaluados con los mismos requerimientos; pudiendo obtener si los cumplen un etiquetado común para toda la Unión Europea que garantice a los agricultores que el producto que están comprando es de una calidad adecuada y apto para su uso en sus cultivos.
Así mismo, divide los biofertilizantes en dos categorías, a saber: compuestos por microorganismos y el resto, creando una lista de microorganismos aptos para ser incluidos en los pertenecientes a la primera categoría en la que de momento aparecen los 4 más utilizados a día de hoy.
Se espera que, probablemente, algunas cosas sean modificadas de aquí a su entrada en vigor dentro de 3 años, pero es un primer paso importante que mejora el comercio de productos entre agricultores y fabricantes de bioestimulantes. Lo cual repercutirá a la larga en la obtención de cultivos más sostenibles y mejores para el consumidor final.