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Cómo reducir los nitratos en vegetales y hortalizas

noviembre 15, 2019

Los nitratos (NO3-) son un grupo de sales inorgánicas del ácido nítrico muy conocidas en el mundo de la agricultura. Son un componente esencial de todos los fertilizantes, ya que tienen la propiedad de ser muy solubles en agua (con lo cual pueden ser fácilmente administradas a los cultivos incluso mediante el mismo sistema de irrigación), tienen relativamente baja toxicidad y las plantas poseen sistemas especializados para absorberlos por las raíces.

Las plantas utilizan los nitratos como fuente principal de nitrógeno, un elemento indispensable para el correcto funcionamiento fisiológico de los vegetales, el cual forma parte de elementos bioquímicos tan importantes como las proteínas y los ácidos nucleicos. Su carencia en el medio en el que se lleva a cabo el cultivo, por tanto, provocará síntomas característicos; como pueden ser el enanismo, la clorosis o las malformaciones en las hojas y otros órganos.

Los nitratos en los alimentos y el medio ambiente

A pesar de ser, como ya hemos comentado, unos compuestos relativamente inocuos, hay algunos vegetales que tienden a acumular una notable cantidad de los mismos, sobre todo en las hojas. Entre los vegetales más ricos en nitratos están las espinacas, el brócoli o la lechuga.

Aunque actualmente no es una verdadera preocupación, el consumo en exceso de nitratos conlleva un cierto peligro en bebés y niños de corta edad. Tanto si se consume a través de dichos alimentos como a través del suministro de agua, puede provocar una patología conocida como el “síndrome del bebé azul”. Dicha enfermedad se caracteriza por el aumento anormal de metahemoglobina en la sangre, lo que provoca una cianosis que hace que los niños adquieran un color azulado o morado, que puede llegar a ser peligrosa si no se trata a tiempo.

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La fertilización indiscriminada de los cultivos puede dar lugar también a graves problemas ambientales, ya que los nitratos que no son absorbidos por las plantas pueden percolar hacia los acuíferos, o ser arrastrados por las lluvias hasta los ríos, llegando posteriormente a lagos y mares, lo cual provoca lo que se conoce como eutrofización de los sistemas acuáticos.

Cómo reducir los nitratos presentes en el medio

Una forma de evitar esto es usar una fuente alternativa de nitrógeno para la planta, como puede ser la utilización de bioestimulantes basados en bacterias. El ejemplo perfecto de ello lo tenemos con Bulhnova, de Probelte.

Este producto contiene bacterias que forman una simbiosis con las raíces de nuestros cultivos, y tienen (entre otras) la capacidad de fijar nitrógeno atmosférico, el cual ceden a la planta en forma de amoniaco. Esto permite a las plantaciones no ser tan dependientes de los nitratos del suelo o de los fertilizantes, repercutiendo positivamente en el bolsillo del agricultor y, en última instancia, en la salud del consumidor y en la de los ecosistemas circundantes.

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