La agricultura regenerativa ha tomado protagonismo durante las últimas décadas, a la par que las necesidades agrícolas humanas crecían. Este modelo vela por mantener un suelo siempre fértil, evitando la necesidad de ampliar o reducir otras superficies de interés ecológico. Por sus valores, la agricultura ecológica se presenta como una de las prácticas más interesantes para preservar tanto la salud de los suelos como la de las personas en un futuro próximo.
Qué es y en qué consiste la agricultura regenerativa
Como su nombre indica, la agricultura regenerativa vela por unos valores y apuesta por ciertas prácticas con el fin de mantener un suelo fértil, regenerando su capacidad productiva y priorizando la sostenibilidad. De forma resumida, se centra en la regeneración de la capa superior del suelo, aumentando la biodiversidad y mejorando el ciclo del agua. Esto repercute positivamente en la salud del suelo, del ecosistema y de las personas. De forma tradicional, la agricultura regenerativa se basa en cinco principios fundamentales:
- Eliminar en la medida de lo posible los tratamientos mecánicos, químicos y físicos.
- Usar cultivos de cobertura durante todo el año, evitando suelos descubiertos y mitigando la erosión.
- Utilizar técnicas que mejoren la biodiversidad, como la rotación de cultivos, diversas técnicas agroforestales o silvopastoriles, etc.
- Incorporar la ganadería a la producción agrícola.
- Conservar las raíces vivas de cultivos perennes.
Aunque no todos estos aspectos se cumplen a rajatabla, a día de hoy, muchos agricultores los emplean en busca de un campo y unas prácticas más sostenibles y adecuadas, que les permitan continuar la explotación agraria por mucho más tiempo y sin problemas ecológicos. Esta es una aproximación para la conservación y rehabilitación de los sistemas alimentarios y agrícolas.
¿Qué importancia tiene la agricultura regenerativa?
En 2019, General Mills, uno de los fabricantes de cereales más grandes del mundo, anunció que comenzaría a obtener una parte de su maíz, trigo, lácteos y azúcar de agricultores que participaban en prácticas de agricultura regenerativa. A principios de 2020, Whole Foods, una de las cadenas de supermercados más importantes en Estados Unidos anunció que la agricultura sostenible sería la tendencia alimentaria número uno y, a pesar de la pandemia y el rápido crecimiento de las compras online, han eclipsado la tendencia, el interés comercial por los productos procedentes de este tipo de prácticas se han disparado en un 138%.
PepsiCo, Danone, Unilever… Muchas de las grandes compañías de la industria alimentaria están impulsando la compra de materias primas procedentes de la agricultura regenerativa. Esto se debe a una mayor concienciación en cuanto a las necesidades del sector. Actualmente hay una genuina preocupación por la salud tanto humana como de los suelos, ya que están íntimamente relacionadas. Proteger la productividad y la calidad de los productos que proceden de un suelo sostenible se traduce en una mayor salud.
También existe una relación entre la sostenibilidad, la mayor biodiversidad disponible, tanto a nivel de especies de consumo como a nivel del ecosistema, lo que repercute positivamente en la calidad de vida de las personas. La salud del suelo está directamente relacionada con su potencia productiva, por lo que apostar por la sostenibilidad y la agricultura regenerativa es una manera de hacerlo por la productividad y la calidad del suelo.
Probelte y las herramientas para la agricultura regenerativa
Para poder alcanzar una verdadera agricultura regenerativa, las prácticas ecológicas son un medio más que adecuado, alineado con los objetivos. Herramientas como Bulhnova, un biofertilizante basado en bacterias vivas simbióticas. Estas se asocian a las raíces de las plantas y tienen numerosos beneficios, entre los que se encuentran la fijación de nitrógeno atmosférico y la solubilización de los fosfatos del suelo. En otras palabras, alimentan a la planta sin la necesidad de otros fertilizantes, lo que evita el impacto ambiental. Bulhnova está certificado por CERES para agricultura ecológica, y es un aliado de gran valor para la sostenibilidad.
Igualmente, para respetar la biodiversidad y las buenas prácticas de la agricultura regenerativa, Probelte cuenta con diversos productos de control biológico de plagas. Existen numerosas sustancias naturales que permiten controlar a las plagas de insectos con mucha eficacia sin afectar a otras especies asistentes. Productos como Belthirul, basados en esporas de Bacillus thuringiensis, solo afectan a las plagas que tratan de alimentarse de la planta. De esta forma, se respeta al máximo la biodiversidad y no se contamina el suelo que se trata de regenerar.
En general, las soluciones biotecnológicas son el mejor aliado que la agricultura regenerativa puede encontrar, ya que consisten en herramientas de precisión, que respetan los principios de su idiosincrasia y aportan otra serie de beneficios que terminan repercutiendo muy positivamente tanto en la salud de los suelos, como de la planta y, finalmente, en la humana. Si quieres los mejores productos agrícolas en probelte.com contamos con las mejores soluciones para diferentes plagas, siendo respetuosos con el ecosistema.