El repilo del olivo es una de las enfermedades más extendidas y temidas por los agricultores que tienen olivos, tanto en España como en otros países de todo el mundo. Está causada por un hongo del grupo de los ascomicetos que tiene una gran capacidad de propagación, sobre todo cuando se dan las condiciones climáticas adecuadas.
Su presencia en los olivares puede causar grandes pérdidas económicas y el tratamiento una vez que aparece es delicado, por lo que se recomienda la prevención de la enfermedad antes de que esta muestre los síntomas mediante la aplicación de productos adecuados. Muchos de ellos suelen tener en su composición cobre, ya que este tiene un efecto fungicida que ayudará a combatir la enfermedad.
Causas y síntomas
El patógeno culpable de causar la enfermedad se conoce como “Fusicladium oleagineum”, aunque tiene otros sinónimos como “Spilocaea oleaginea” o “Cyclonium oleaginum”. Se trata de un hongo ascomiceto parásito obligado del olivo, que ataca sobre todo a las hojas del árbol, especialmente a las más jóvenes.
Los síntomas de la enfermedad son muy característicos, apareciendo unas manchas redondas oscuras en el haz de la hoja, que se van agrandando con el desarrollo de la enfermedad, y que pasan a poseer unos tonos amarillentos o pardos, para finalmente volverse negras en la fase final de fructificación. Finalmente, las hojas se marchitan y caen, produciéndose una defoliación acusada que suele ensañarse con la parte baja del árbol y con las hojas más jóvenes.
Condiciones en las que el hongo se propaga
El repilo es una enfermedad que suele propagarse cuando las condiciones ambientales son húmedas, sobre todo en los meses lluviosos de otoño (desde septiembre hasta noviembre) y primavera (desde febrero hasta abril). Las esporas viajan con el agua y el viento hasta que llegan a las hojas del olivo y germinan. Posteriormente, el micelio crece inter e intracelularmente y comienza a absorber los nutrientes del hospedador. El parásito es capaz de propagarse en un rango de temperaturas amplio, por lo que esto no supondrá un impedimento para que la enfermedad se extienda.
Cómo combatir el repilo
Los mejores productos para combatir el repilo suelen basar su composición en el cobre. Probelte tiene una amplia gama de productos antifúngicos orientados a el tratamiento y prevención de varias enfermedades y plagas del olivo, entre las que se encuentra el repilo. Para ello, la mejor elección es su gama Beltasur, unos fungicidas cúpricos micronizados de fácil aplicación que permitirán al agricultor dormir tranquilo al estar su cosecha protegida.