Barrenillo del olivo: productos y tratamientos para combatirlo

El barrenillo del olivo es una de las enfermedades más comunes a las que los dueños de los olivares se tienen que enfrentar. Es frecuente encontrarla en España, en todas las zonas donde se cultiva este hermoso árbol, así como en toda la cuenca mediterránea. Está causada por un pequeño escarabajo xilófago de color pardo que no supera los 3 cm de longitud, que cría y se alimenta de la madera de los olivos principalmente.

Normalmente, es una plaga que no suele causar daños demasiado graves, sobre todo si se toman una serie de precauciones que a continuación describiremos; lo cual nos permitirá seguir gozando de un cultivo con un excelente estado de salud.

Ciclo de vida del barrenillo

Lo más importante cuando nos enfrentamos a cualquier enfermedad causada por un insecto es conocer su ciclo de vida, ya que son animales que suelen sufrir una metamorfosis dividida en dos o más fases, algunas de las cuales suelen ser más susceptibles que otras a determinados tratamientos fitosanitarios.

En el caso del barrenillo, el adulto excava galerías en las ramas, donde muestra poca actividad durante el inverno. Con la subida de las temperaturas, en primavera, los individuos de esta especie salen de su estado de latencia y comienzan a buscar ramas que no tengan demasiado flujo de savia, por lo que atacarán especialmente a los árboles que posean partes secas debido a una enfermedad previa. También es común que busquen las ramas procedentes de la poda, que además coincide que se realiza en esta época. Ahí, excavarán galerías donde depositarán los huevos. Posteriormente, volverán a buscar árboles sanos para nutrirse de ellos (volviendo a horadar túneles en las ramas, pero esta vez en las sanas), siendo esta la fase más peligrosa que tienen debido a la caída de hojas y frutos que provocan. Los nuevos adultos nacen a principios del verano, y volverán a repetir el mismo ciclo.

Forma de combatirlo

Para combatir al barrenillo es vital que localicemos los pequeños agujeros en las ramas para saber que efectivamente nos estamos enfrentando a este problema. Como también coloniza la leña procedente de la poda, conviene almacenar la misma en un lugar cerrado desde mayo hasta octubre, para evitar provocar una sobrepoblación. Hay que tener en cuenta que muchas veces el insecto no está presente en grandes cantidades, con lo cual la aplicación de tratamientos no es económicamente rentable.

Cuando supere cierto número de individuos, sí que nos plantearemos llevar a cabo un tratamiento fitosanitario adecuado, realizándolo en el momento en el que los adultos están más activos fuera de los troncos, ya que si no la aplicación del mismo será completamente inútil.

Como compuesto utilizaremos un producto de calidad como Ritmus, un insecticida piretroide de amplio espectro que además está indicado para combatir otras plagas comunes causadas por insectos en nuestros cultivos.

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