Agricultura sostenible y huella de carbono en cultivos

El uso de fertilizantes químicos para garantizar el desarrollo de las cosechas es todavía hoy en día muy habitual en muchas explotaciones agrarias.  Pese a sus resultados positivos a la hora de aumentar la producción, tampoco debemos olvidarnos de que la aplicación de estas sustancias puede implicar daños ambientales elevados e, incluso, afectar a la salud de las personas. Uno de los ejemplos de cómo este tipo de consecuencias puede incidir en el entorno natural es la huella de carbono en cultivos. Es por ello que la agricultura sostenible está cada vez más presente en nuestras vidas, descubre por qué es así.

LA SALUD DEL SUELO

Un suelo de cultivo saludable tiene un equilibrio entre macronutrientes, micronutrientes y flora microbiana. El proceso natural por el que se aporta a la tierra todos los nutrientes necesarios es complejo, y en él participan las bacterias y hongos aportando fertilidad y consumiendo CO2. De todos modos, todavía no conocemos lo suficiente la química del suelo como para entender todos los efectos negativos que puede tener en el suelo la aplicación de fertilizantes químicos como prácticas agrícolas. Saber qué implica la huella de carbono en cultivos es el primer paso para entender los problemas para la salud del suelo que implica el uso de este tipo de sustancias.

¿QUÉ ES LA HUELLA DE CARBONO EN CULTIVOS Y CÓMO AFECTA A LA AGRICULTURA SOSTENIBLE?

La huella de carbono en cultivos es el conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero que se producen en la agricultura. Entre sus efectos, destaca el deterioro de la capa de ozono, que contribuye al calentamiento global de la atmósfera.

El impacto de los gases de efecto invernadero afecta al abastecimiento de alimentos y de agua, por lo que es necesario abordar el problema desde una estrategia integral que aborde los riesgos actuales y futuros del medio ambiente a través de la agricultura sostenible. Solamente con estas prácticas podremos conseguir un buen rendimiento de los cultivos sin dañar el entorno natural.

EVALUAR EL IMPACTO DE LA HUELLA DE CARBONO EN CULTIVOS

La producción de productos agrícolas es uno de los  elementos que tiene mayor influencia en la huella de carbono y en el agua de las capas freáticas. Por eso, es importante que tengamos los recursos necesarios a nuestro alcance para medirla con exactitud, siempre con herramientas específicas.

Si sabemos con exactitud el nivel de emisiones de un cultivo en concreto podremos trabajar para establecer las acciones necesarias de reducción de la huella de carbono en cultivos. Una de las más importantes es la aplicación de sistemas de fertilización ssotenibles.

EFECTOS NEGATIVOS DE LOS AGROQUÍMICOS

Los químicos agrícolas pueden desequilibrar el pH de la tierra y dejarla inutilizada para los cultivos. Esto puede implicar la necesidad de invertir en nutrientes adicionales para mejorar su fertilidad o hacer rotaciones en las plantaciones para conseguir recuperarla.

También hay que tener en cuenta que muchos de estos tratamientos, si se usan en sus formas concentradas, pueden afectar la salud de las personas y los animales. Por eso, es necesario seguir escrupulosamente las recomendaciones de dosis de aplicación en los productos agrícolas hechas por sus fabricantes. De esta manera, se acaba con los efectos negativos de la huella de carbono y el agua contaminada, pero para mejorar mucho más en este aspecto, habría que seguir los principios de agricultura sostenible.

SOLUCIONES PARA LA HUELLA DE CARBONO EN CULTIVOS

La agricultura sostenible de conservación del suelo es una opción ecológica para reducir la emisión de gases de efecto invernadero por parte de las explotaciones agrícolas. Se trata de un modelo que se basa en la combinación de tres factores básicos:

  • La instalación de una cubierta vegetal permanente.
  • La rotación de especies de cultivo.
  • La aplicación de sustancias que alteren mínimamente el suelo.

Todo ello, mejorando los índices de materia orgánica del suelo. De esta manera, se pretende mitigar el cambio climático, consiguiendo la mayor productividad posible. Una de sus grandes ventajas es que puede adaptarse a la mayoría de cultivos.

FERTILIZANTES NATURALES PARA REDUCIR LA HUELLA DE CARBONO EN CULTIVOS

Los pesticidas y fertilizantes químicos afectan la salud de los suelos, mientras que los productos fertilizantes naturales ayudan al suelo a regenerarse y ofrecen a las plantas los nutrientes necesarios para crecer, desarrollarse y reforzarlas frente a las plagas y otras agresiones.

Optar por fertilizantes naturales u orgánicos nos asegura que los cultivos puedan mantener sus grados de producción altos y efectivos. A la vez, nos da la garantía de que no contribuiremos a aumentar la producción de gases contaminantes. Por lo tanto, colaboraremos a mitigar el cambio climático, en la medida de todo lo que podemos hacer como agricultores individuales. Tan solo necesitaremos elegir el más adecuado para cada cultivo.

El cambio en las técnicas de fertilización en la agricultura nos permite reducir el impacto ecológico y sobre el medio ambiente, sin tener que preocuparnos por la rentabilidad económica que van a proporcionarnos nuestras explotaciones. Incluso podemos optar por técnicas innovadoras que han aparecido en el mercado, como los inhibidores de la nitrificación. Se trata de moléculas que ayudan a mejorar la nutrición de las plantas si tener que aumentar la aportación de fertilizantes a los suelos.

BULHNOVA, LA OPCIÓN DE PROBELTE

En Probelte trabajamos para ofrecer soluciones naturales a los problemas fitosanitarios de la agricultura, como la huella de carbono en cultivos. Por eso, hemos creado Bulhnova, un tratamiento BIOFERTILIZANTE EN FORMA LÍQUIDA innovador, que pretende favorecer el desarrollo de las plantas evitando la contaminación de los suelos.

BULHNOVA está compuesto por bacterias capaces de aportar los nutrientes necesarios para que los cultivos se desarrollen. De esta manera, se evitan los vertidos dañinos de nitratos al suelo.

Con todas estas opciones de fertilizantes naturales en el mercado, se trabaja para evitar la huella de carbono en cultivos, fomentando la agricultura sostenible, y para que estos sean respetuosos con un firme compromiso de de sostenibilidad ambiental, clave para frenar el cambio climático. Además, se pretende que estas nuevas tendencias de cultivos y fertilizantes sostenibles no afecten la productividad económica de las explotaciones.