Con el frío y la humedad llegan las plagas más comunes del otoño. Estas no descansan, ni tan siquiera en las primeras semanas. ¿De qué plagas estamos hablando?
Caracoles y babosas
Tras el estío, los moluscos, con concha o sin ella, comienzan a pulular por las plantaciones. Aunque no son especialmente destructivos, una plaga de caracoles y babosas puede estropear gravemente una cosecha. El control de estas plagas se puede hacer con un molusquicida como Belprón Limacos.
Pulgón
Aunque no suelen gustar del exceso de humedad, la bajada de temperaturas ayuda a que se concentren en los tallos más tiernos, buscando las últimas comidas antes de la llegada del invierno. El pulgón se trata con diversos productos insecticidas y acaricidas según nuestras necesidades.
Picudos y gorgojos
Con más de 40.000 especies, las familias de picudos y gorgojos se comportan como verdaderas plagas de otoño para cultivos y árboles. Probablemente las más perjudiciales son las que atacan a los cereales, como el picudo del maíz, el gorgojo del trigo y el taladrillo del trigo.
Procesionaria
Este lepidóptero tiene una fase larvaria muy característica (y que le da el nombre). Es una plaga defoliadora importante de los pinos, además de una molestia para animales y personas. Aunque se observan durante todo el año, en otoño comienza la fase reproductiva y más activa de las larvas. Para su control podemos emplear insecticidas como Cibelte o Belthirul.