Los cítricos o agrios pueden verse profundamente afectados debido diversos tipos de carencias nutricionales. Estas pueden deberse a una cuestión del propio suelo, si este es pobre en nutrientes, o por un uso incorrecto de nutrientes u otros factores, que podrían impedir la asimilación de los mismos.
Tanto en un caso como otro, los correctores de cítricos tienen como función ayudar a corregir el apartado nutricional de los árboles cítricos y, por tanto, su salud.
Qué son los correctores de cítricos
Entre las carencias más comunes de los cítricos nos encontramos con un déficit de hierro, zinc, manganeso y magensio, todos metales en su naturaleza iónica. También puede existir una deficiencia en nitrógeno, fósforo o potasio, los tres macronutrientes esenciales para los vegetales.
Dicho esto, los correctores de cítricos son sustancias cuya composición ayudan o permiten la absorción de estos nutrientes en su déficit. Su forma de actuación es variada: bien corrigen el pH; bien contienen compuestos moleculares que permiten la asimilación de alguna de las sales o compuestos; o bien ayudan al propio sistema de la planta a adquirir dichos elementos.
La naturaleza de los correctores suele variar, aunque existen desde aceites esenciales a sales metálicas y otras sales con agentes quelantes y estables.
Qué tipos de correctores cítricos existen
Por su aplicación podemos distinguir dos tipos de correctores cítricos: los de aplicación foliar y los de aplicación en la base de la planta. Los primeros, como su nombre indica, se aplican disueltos en agua en dosis que actúan por contacto, al ser absorbidos a través de las hojas y tejidos vegetales. Los correctores administrados por riego han de ser administrados como los abonos disueltos. Estos son asimilados a través de las raíces de la planta.
Por otro lado, según su composición, podemos distinguir las sales orgánicas, las sales metálicas y los compuestos orgánicos complejos. Esta variación, como vemos, obedece a su naturaleza química y actúan sobre una o varias carencias según el compuesto. Su utilidad varía mucho según las necesidades concretas.
Cómo y cuándo se usan los correctores de cítricos
Como decíamos, su uso depende mucho de la enfermedad que se observe en la planta. Las más comunes, y sus respectivos correctores, son las siguientes:
· Para tratar la deficiencia de hierro se observa por el aclaramiento de las hojas, donde empiezan a marcarse las nervaduras sobre un fondo mucho más claro. Esta carencia es típica de suelos básicos, en los que el calcio retiene el hierro, provocando una clorosis. En estos casos se recomienda usar un agente quelante de hierro en pulverización al detectar el problema. Un ejemplo de este tipo de productos es Sinergiprón Fe-6, con EDDHA-orto, provoca un reverdecimiento al cabo pocas semanas después de la aplicación y que persiste al menos durante un año.
Los correctores de Fe se incorporan en primavera, al inicio. A medida que se retrasa debe aumentarse proporcionalmente la dosis. También se recomienda aplicar el producto antes de la movida de verano y en general siempre que se desee asegurar un buen crecimiento de las plantas afectadas de clorosis. La aplicación foliar se realiza cuando los brotes están completamente abiertos y las hojas bien desarrolladas, pulverizando abundantemente.
· Para corregir la deficiencia de Zn o Mn también se usa un producto pulverizado. Este problema se manifiesta de forma similar a la deficiencia de hierro, con aclaramiento de las hojas, dejando expuestos los nervios. Pero, en este caso, las manchas son más irregulares, y la disminución del tamaño de las hojas es más notable. Para tratar este problema podemos emplear un corrector de Zn-Mn que trabajará corrigiendo la carencia de los dos metales, como Procorrector Zn-Mn
Su aplicación está indicada durante la brotación en toda clase de cultivos, especialmente recomendado en cítricos y cultivos subtropicales. Para ello, se pulveriza de una a tres veces en marzo, abril o mayo y septiembre u octubre.
· El déficit de Cu no es tan común ya que una adición de este metal suele provenir de los tratamientos fungicidas. No obstante, en ocasiones es necesario usar un corrector de cobre como Cooper PB, un abono formulado con oxicloruro de cobre, especialmente indicado para evitar esta carencia.
Al contrario que las anteriores, este corrector se emplea al detectar el problema, al igual que ocurren con los correctores NPK, que se aplican de forma específica cuando se detecta un problema con los cítricos.